sábado, octubre 06, 2007

Estambrerebro

El tedio de las preguntas, diría Adolfo. El tedio del por qué. El creador es creador porque se atreve a preguntar ¿por qué? y ese mismo atrevimiento asalta continuamente nuestros sueños y, como simples mortales, nos vemos siempre en la única salida posible, probable o visible: la búsqueda del placer o vivir el día como tal, siempre con la misma pregunta pegada a nuestros ojos, con las letras asaltando y saltando nuestros dedos.