lunes, noviembre 05, 2007

Corazón de perro

Tengo una gran pila de libros pendientes por leer, pero ahora, con el poco tiempo que me queda, no he leido más que veinte hojas de Corazón de perro de Bulgákov. El autor, silenciado durante el terror stalinista, utiliza el humor para introducirnos en el mundo que le tocó vivir; la risa inteligente es a veces el único recurso de expresión que le queda a un hombre acosado. Eneste libro, un médico que investiga el rejuvenecimiento humano implanta en el cerebro de un amable y reflexivo perro callejero, la hipófisis de un delincuente. El perro, lejos de rejuvenecer, se transforma en un ser humano física y moralmente repulsivo, que termina por afiliarse al partido comunista y consigue ser nombrado "subdirector del subdepartamento de limpieza de animales vagabundos", convirtiendo la vida del atribulado científico en una pesadilla. El médico, cuya oposición al régimen soviético parece ser fundamentalmente de tipo formal y estético, se ve obligado a convivir con aquello que más detesta y renegando de su asombroso descubrimiento devuelve al perro a su estado natural.
No he llegado al final, como he dicho desde el principio, pero veré qué sabor de boca me queda al terminar la lectura. Además, tengo qué estarla alternando con lecturas de Marx, pues mañana martes tengo qué exponerlo (y el viernes a Hesíodo). Si no muero pronto por falta de tiempo, viviré en la locura.

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