martes, noviembre 13, 2007

Desilusión

Hace unos meses que entré a la escuela de Letras. Tenía mucho ánimo de conocer personas con intereses afines a los míos. Encontré cosas completamente distintas: rechazados de medicina, de químicas, de derecho; otros tantos con ganas de entrar a carreras caras, como diseño gráfico, gastronomía, turismo, cosas de esas; algunos más que no sabían a dónde irse, luego una vez leyeron un libro y creyeron que esa era su vocación. Pensé que, con el paso de los días, se vería interés por la licenciatura, que hablaríamos, por ejemplo, de la ficcionización de Ítalo Calvino en sus obras, o de la importancia del estudio del Quijote, que hablaríamos de nuestra última lectura, pero me encontré con la urgencia de salir al receso, con la urgencia de que la clase terminara, con errores ortográficos terribles. La mayoría no gustan de leer (o eso parece). Un desinterés general nubla la clase. Ahora el semestre está por terminar y yo he perdido las ganas de conformar una amistad en el salón de clase (al menos por ahora) y hay, creo, una apatía casi general hacia mi persona (lo que no me impresiona en lo más mínimo).

3 comentarios:

P dijo...

Hola Karina, lamentablemente cuando uno entra a esa carrera siempre es así, pero te irás dando cuenta de que poco a poco se van ir los que no tenían nada que hacer ahí. Espero que pronto podamos charlar de temas tan gratos como el que mencionas, jejeje y de otras cosas. Saludos

César venegas dijo...

Quónda karina, la suerte y el ocio de un burócrata me trajo aquí, te mando un abrazo y ojalá nos veamos un día de estos en el taller. Saludos y adios.

Jorge A. Gauna dijo...

triste desilusion....


como me gustaria estar en ese salón y coincidir contigo..


Jorge A. Gauna